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domingo, 25 de mayo de 2025

Ahora te toca sonreír.

Ahora te toca sonreír por todas las veces que te lastimaron, por todo lo que tus ojos lloraron, por aquellos miedos que te inundaron. Ahora te toca sonreír, porque las peores tormentas ya pasaron, porque ni ellas te apagaron. Te toca sonreír, porque las cosas buenas que esperas en la vida ya vendrán a ti.

Ahora te toca sonreír por todas las veces que te lastimaron, por todo lo que tus ojos lloraron, por aquellos miedos que te inundaron. Ahora te toca sonreír, porque las peores tormentas ya pasaron, porque ni ellas te apagaron. Te toca sonreír, porque las cosas buenas que esperas en la vida ya vendrán a ti.

martes, 5 de mayo de 2020

Estuve bien un tiempo, pero luego los recuerdos se me vinieron encima.

El mundo de los corazones rotos


Ha pasado un tiempo desde que terminamos, he tratado de acomodar mi vida poco a poco, y sacarte de mi corazón, pero no puedo. 

No sé como le hayas hecho tú, quisiera saber. Yo estuve bien un tiempo, pero luego los recuerdos se me vinieron encima, las promesas, los ‘’te amo’’, los ‘’estaré contigo siempre’’. 

Y bueno hay unos cuántos queriendo entrar a mi vida, pero tú los derribas.

miércoles, 8 de abril de 2020

Volveré algún día. Quizás roto(a). Quizás más herido(a) que antes.


“Volveré algún día. Quizás roto(a). Quizás más herido(a) que antes." O quizás con más días grises en mi vida. No podría decirte que soy un(a) héroe o que voy a salvarte de ti misma(o). Soy todo lo contrario a salvación. Por las noches ando como un gato(a) en el tejado, tratando de arañar a la luna. 

A veces ella baja, despacio, en silencio y me susurra al oído que le encantan mis ronroneo y que por nada va a cambiar el brillar de mis ojos. Luego se reproduce una canción con la que me hice daño por muchos años y veo el reflejo de alguien a quien solía amar, con una fuerza que ni siquiera es del tamaño de la que me sostiene.

Me sumerjo en los ideales que me han traído aquí, a luchar, a dar la cara por las sombras que viven bajo el mar. Deseo tanto que una noche vengas desde las profundidades y me digas que me has echado de menos, mientras yo estuve fuera de mi hábitat. De mi hogar. Y me hagas sentir, también, como alguien a quien solías amar.”


-Benjamín Griss

El mundo de los corazones rotos

viernes, 27 de marzo de 2020

A veces me pregunto cómo será la risa de alguien que ha estado roto durante tanto tiempo sin poder hacer nada.

El mundo de los corazones rotos


A veces me pregunto cómo será la risa de alguien que ha estado roto durante tanto tiempo sin poder hacer nada. Sin siquiera moverse del charco ni de esas nubes grises que ciernen sobre él. 

Esa impotencia de no saber qué hacer ni cómo hacerlo ni con quién. No todo es color de hormiga, a veces, la tristeza tiene un color bonito en los ojos que hace brillar los tuyos cuando nada tiene sentido. 

Tiende su mano en tu hombro cuando las explicaciones lo son todo o como cuando terminas encontrando la respuesta y quieres jalar el gatillo sobre la sien, porque no es lo que esperabas.

 Esa gente que no se cansa de perseguir el laberinto es la que termina encontrando la salida, un día, mientras el sol yace radiante y espectacular, allí, a donde van a parar las cosas que nos hemos guardado por miedo a herir, o herirnos. 

Y, entonces, nos mira a distancia y lo hace como nadie lo ha hecho antes: precipitándose al precipicio y lanzando ojalas al aire queriendo acertar siquiera una vez en la vida. 

Luego tú caminas en la misma dirección, como polos opuestos, como esas masas que se atraen sin siquiera quererlo, como esa energía rotativa que termina encontrándose porque el mundo no es cuadrado, y una vez estando respiración contra respiración, taquicardia contra taquicardia, te besa. 

Y cierras esos ojos que tanto han sabido de lluvia y esta vez será la última tormenta que tocará tus mejías.

 -Benjamín Griss

sábado, 5 de enero de 2019

Queridos reyes magos ...si a pesar de todo les da ganas de pasar por mi casa, no estaría mal que trajeran de nuevo el corazón que tenia antes.

El mundo de los corazones rotos.



   Queridos Reyes Magos: Les escribo esta carta para informarles de que este año no hace falta que pasen por mi casa: renunció parcialmente a mi derecho de la Navidad. 


   Yo… ya he besado sus labios, ya he probado la magia, sería egoísta pedir siquiera unos gramos más; densela a alguien que aún no la conozca. Si les escribo esto no es sino para decirles, que ustedes, no conocen su piel, no tienen ni idea del producto que venden. Ilusión no es esperar a que amanezca para abrir unos cuantos regalos; ilusión es despertar a media noche y ver cómo tu sueño se ha quedado dormido y se desvela, y se acuna de nuevo en tu cuerpo para volver a dormir. 

   Qué saben ustedes de dar la vuelta al mundo en tan solo unas horas? si no han dado una vuelta por su espalda, para descubrir que es ahí donde nacen las constelaciones de donde dicen venir. Yo… ya he tocado sus manos, ya he pedido mi deseo, uno, por cada peca que habita su nariz. 


   Yo… ya me he perdido en sus ojos y he navegado por cada una de sus pestañas, y aunque a veces parezca que eche de menos volver a ahogarme, no me hagan mucho caso. Pero… si a pesar de todo les da ganas de pasar por mi casa, no estaría mal que trajeran de nuevo el corazón que tenía antes, ya sé que fui yo quien quiso que esté dentro de un cuerpo que no era el mío, y que las promesas son promesas y que no hay que romperlas, pero es que mírala, la veo tan sola y desprotegida, pesa la mitad que cuando la vi por última vez y seguro que ni la dejan leer antes de ir a la cama… 

    Creo… que solo es eso. Bueno, y unas curitas, por si la herida y el bisturí vuelven a hacer el amor y saltan versos por todas partes. Aunque eso, sólo si les sobra tiempo, no se preocupen, que ya he aprendido a curarme yo solito: es algo que te enseñan en la primera lección de olvido, y de supervivencia, creo, no estuve muy atento en esa clase. 


   Lo que sí deberían traerle al mundo es algo de esperanza y paz, que está fatal últimamente. La gente ya no sonríe como antes y parece que la felicidad se presta con demasiados intereses. Y es un precio que no todo el mundo puede pagar, y los que mandan deberían hacer un esfuerzo por entender eso. A lo mejor ustedes se lo pueden explicar, quién sabe. Bueno, ahora sí que sí, creo que eso es todo. Espero que no me haya alargado mucho, ya sé que tienen que leer un montón de cartas y seguro que ya van con el tiempo justo.


   - Posdata: Si me quieren traer esa moto que tanto me gusta, no estaría mal, es que casi no llego a comprarla. Y Feliz Año a ustedes también, que seguro que con esto de que son los Reyes nadie se los dice. …hasta el Año que viene :)